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CRITICA LITERARIA POR JULIO WOSCOBOINIK
Este libro es el diario de una madre que en entrañable estilo epistolar le escribe a su primer hijo. "Mi héroe no tiene nada de distinción, no es un príncipe ni un amante incestuoso... pero para mí es el karma de mi vida, la pasión por la que me levanto todas las mañanas y desde el día de tu engendro, el motivo por el que vivo".Revisitando memorias, del presente al pasado, del ayer al hoy, Florencia Levinton Schabelman va relatándole a su hijo todos los avatares de su crecimiento. Caminos de angustias y alegrías, de logros y esperanzas, de encuentros y separaciones. Misiva extensa, apasionada y tierna, espontánea y sincera de un difícil gozoso andar y desandar senderos, mostrando con franqueza la compleja textura del amor filial, en un casi fílmico recorrido de imágenes y sentimientos. Salpicado de hallazgos literarios, este libro va descubriendo las profundas vibraciones del alma de una mujer que por primera vez percibe realizado el mayor de sus sueños: la creación. Florencia Levinton Schabelman sorprende, esencialmente, por la rara virtud de poder describir con verdadera calidad literaria, las vicisitudes cotidianas.Las dos últimas líneas, si bien dirigidas a su primogénito, son válidas para todos sus lectores: "Leé mis vocales y consonantes, si te ves reflejado, es en el espejo de mi alma; si te sentís protagonista, es en el curso de ésta, mi profesión de madre."
